Vivimos hiperconectadas, con agendas llenas, pantallas por todas partes y un ritmo de vida que a veces parece no detenerse. Pero en medio de ese caos moderno, hay una nueva ola de mujeres que está usando precisamente la tecnología para rediseñar su bienestar y el de millones más.
En un mundo donde la tecnología y la belleza convergen cada vez más, un grupo de mujeres visionarias está marcando un nuevo camino en la industria cosmética. Ya no se trata solo de cremas y maquillaje: hoy hablamos de inteligencia artificial, análisis personalizado, dispositivos inteligentes y experiencias digitales que transforman por completo el cuidado personal.
¿Has notado que últimamente todo el mundo parece sacado de una película de Disney, un anime o una portada futurista? No estás soñando: el trend de las caricaturas creadas con inteligencia artificial está arrasando en redes sociales… y es tan divertido como adictivo.
Despertar con el sonido del mar, trabajar en tu laptop desde un café con vista a la jungla, tomar clases de yoga al atardecer y cerrar el día con amigas de todas partes del mundo. No es una fantasía. Es la vida diaria de muchas mujeres que han elegido Playa del Carmen como su hogar nómada.
En una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, las mujeres de Playa del Carmen están adoptando herramientas digitales para mejorar sus vidas y transformar su entorno. Desde emprendedoras que manejan negocios en línea hasta estudiantes que acceden a educación virtual, la tecnología se ha convertido en un recurso esencial.
El networking es una herramienta poderosa para el crecimiento profesional, pero a menudo las mujeres enfrentan barreras como la falta de tiempo o espacios dominados por hombres. Sin embargo, construir una red profesional sólida puede abrir puertas, ofrecer apoyo y generar oportunidades.
La educación continua y la tecnología se han convertido en aliados clave para las mujeres que desean desarrollar sus carreras y emprender en el mundo digital. La era digital ha abierto nuevas oportunidades para que las mujeres accedan a recursos y herramientas que les permitan crecer profesionalmente.
Se estima que la australiana tiene una fortuna de 6.500 millones de dólares